SONETO IV
Un rato se levanta mi esperanza,
mas, cansada de haberse levantado,
torna a caer, que deja, a mal mi grado,
libre el lugar a la desconfianza.
¿Quién sufrirá tan áspera mudanza
del bien al mal? ¡Oh corazón cansado,
esfuerza en la miseria de un estado,
que tras fortuna suele haber bonanza!
Yo mesmo emprenderé a fuerza de brazos
romper un monte que otro no rompiera,
de mil inconvenientes muy espeso;
muerte, prisión no pueden, ni embarazos,
quitarme de ir a veros como quiera,
desnudo espíritu o hombre en carne y hueso.
Y ahora, antes de terminar, otro soneto que, aunque cuesta un poco entenderlo, es también genial:
SONETO XXXI
Dentro en mi alma fue de mí engendrado
un dulce amor, y de mi sentimiento
tan aprobado fue su nacimiento
como de un solo lujo deseado,
mas luego de él nació quien ha estragado
del todo amoroso pensamiento;
en áspero rigor y en gran tormento
los primeros deleites ha tornado.
¡Oh crudo nieto, que has vida al padre
y matas al agüelo!, ¿por qué creces
tan desconforme a aquél de que has nacido?
¡Oh celoso temor!, ¿a quién pareces?,
que aun la invidia, tu propia y fiera madre,
se espanta en ver el monstruo que ha parido.
Personalmente me encantan estos dos sonetos... iba a poner otros que también me han gustado mucho pero no quiero llenar esto jeje
recomiendo esta obra... es preciosa... gracias por pasar por my little room!!
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